Igual
que es casi imposible silbar y reírse a la vez, es casi imposible
reírse y mantener una postura de enfado a la vez. Y le pasa a todo
el mundo, mayores y menores de edad.
El
sentido del humor es una herramienta clave de crianza, pues ayuda a
ver las cosas en perspectiva y a liberar las tensiones acumuladas mediante la risa. Resulta especialmente útil
en casos de emergencia (rabietas, empecinamientos, etc, por
cualquiera de las partes implicadas). Aunque en esos momentos es
cuando más cuesta verle el lado cómico a las cosas, trabajar esa
capacidad nos ayudará a tener mejor disposición para resolver los
problemas (resiliencia).
Algunos
ejemplos de recursos humorísticos son la ironía, la exageración,
la dramatización, la ridiculización (del asunto, nunca de la
criatura!!), la descontextualización, etc. Y la naturaleza nos ha
dotado con una palanca de emergencia para abandonar la vía del
enfado (y la del silbido): las cosquillas.**
Un
ejemplo práctico: Cuando nos vemos en la desagradable situación de ¿Qué
prefieres, por las buenas o por las malas?,
en muchos casos la criatura elige por las malas. Es un buen momento
para modelar nuestra respuesta porque ya sabemos lo que viene a
continuación: normalmente, agarrar a la criatura en volandas y ponerla
físicamente a hacer lo que sea (ponerle los zapatos para que podamos
irnos, darle una ducha, sacarl@ luego del auga, o del parque...) como si
fuésemos monstruos. Pues bien: "¿Por las malas? Muy bien, ¡agárrate que
viene el monstruo!
Aaaaaaargggghhhhhh!!!!!". Y te acercas dando grandes zancadas y
alaridos y te l@ llevas en volandas. Así, aprovecháis el clásico momento
de trifulca para echaros unas risas. La criatura habrá tenido que ir en
contra de su voluntad, pero puede que le haya valido la pena por
compartir ese momento de distensión. Es normal que luego prefiera
siempre por las malas.
Otro
mecanismo de eficacia probada para disolver los enfados es la música.
Es más efectivo crear música, pero también sirve escuchar música
agradable. Recomendamos no desechar el punk a priori.
_____
** Utiliza
las cosquillas con moderación, es tu responsabilidad. Desde
mimaamamaa recomendamos parar a la primera (o segunda) señal de la
víctima.
Me parece muy buena la técnica recomendada, más eficaz q cualquier otra. Y, con perdón, creo q un enfado de adulto con niñ@s sí que puede acabar en risa desmelenada: era pequeño, como mis hermanos; mareábamos a nuestro tío abuelo, q se enfadó mucho y dió un manotazo en la mesa y gritó: "¡¡Tengamos la fiesta en pez!!" La risa nos asaltó y le desbordó el enfado.
ResponderEliminarJejeje. Además, esos episodios de risa son más fáciles de recordar que las interminables retahílas de reproches y blasfemias que les soltamos a veces a los niños.
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